El Proyecto de Mujeres de IWGB tiene como objetivo fomentar la participación activa y el empoderamiento de las mujeres y de lxs miembrxs no binarios del sindicato y abordar las cuestiones de género en el lugar de trabajo.
Todo el mundo debería poder ir a trabajar con seguridad, dignidad y respeto, por lo que hemos estado creando espacios en los que podemos centrarnos en estas cuestiones y apoyarnos mutuamente.
Hemos trabajado junto a Latin American Women's Rights Services y United Voices of the World. Maritza de IWGB ha escrito sobre su experiencia en el proyecto y LAWRS ha escrito un blog sobre el acoso sexual en el lugar de trabajo.
En nuestra Rama Universidades de Londres ha estado impartiendo muchos talleres para ayudar y apoyar a las mujeres a capacitarlas y desarrollarlas.
Estos talleres que LAWRS nos ha estado colaborado como la salud metal, empoderamiento, vivienda social, ciclo de violencia, beneficios y violencia de género nos ayuda mucho a tener seguridad conocimiento, confianza y nos ayudado a dar más empoderamiento con estos talleres.
A travez de estos talleres que hemos recibido, el comité de mujeres de la rama UoL, han aprendido a tener conocimiento de las leyes y la capacitación porque la mujeres no tenían conocimiento de los derechos y las leyes en este país y cómo afrontar a los problemas y al coso labora y sexual, que sofríame las mujeres en sus lugares de trabajo.
Ahora este committee de mujeres tiene conocimiento y capacitación a travez los talleres que recibió de LAWRS, ahora les permite tener más confianza y conocimiento para así puedan apoyar y ayudarles a otras mujeres que sufren estos problemas y en la resolución de los problemas que tienen en sus lugares de trabajo.
Durante la pandemia muchos mujeres les afectó no solo en laboral si no también en lo personal , si no que también aumento el acoso, violencia y el estrés, estos talleres ayudaron a tener más confianza y afrontar estos desafíos, para así también puedan ayudar a sus compañeras de trabajo para que se sientan más seguros y apoyadas a travez de esta red de apoyo que nos brindó LAWRS.
Nos gustaría que lawrs nos siga apoyando y ayudando con más talleres para seguir capacitando y empoderardo a más mujeres a travez de estos talleres porque esto ayuda mucho a las mujeres que se sientan más seguras, valoradas y empedradas.
Nuestras luchas continuarán, ya que queda mucho por hacer en otros lugares de trabajo, seguiremos apoyando a las trabajadoras que sufren discriminación y abusos. Seguiremos luchando por el lugar que nos corresponde en el lugar de trabajo y más allá del lugar de trabajo.
Desafortunadamente, casi todas las mujeres, personas trans o no binarias que conoces pueden contarte una experiencia en la que han sido víctimas de violencia de género (desde silbidos callejeros, hasta la agresión sexual). Si eres mujer, una persona trans o no binaria, lo más probable es que esto no sea una novedad para ti.
La violencia contra las mujeres y las niñas (VCMN) está arraigada en la estructura patriarcal de nuestra sociedad, en la que los hombres han controlado tradicionalmente el poder. Está presente en todos los ámbitos de nuestra vida, especialmente en nuestras relaciones, ya sea con familiares, socios o colegas. Nos afecta a todxs, pero sus efectos pueden ser más dañinos para quienes forman parte de grupos minoritarios (migrantes, mujeres de color, personas LGBTQ+, indocumentados, etc.).
El acoso sexual es una forma de VCMN que también puede ocurrir en el lugar de trabajo. Puede manifestarse en prácticas sexistas, que van desde costumbres “casuales” y aparentemente inofensivas, como una broma o un gesto, hasta agresiones sexuales e incluso feminicidios (el asesinato de una mujer en razón de su género). Ciertos comportamientos se han normalizado tanto que, a veces, no reconocemos que son actos de violencia.
Entonces, ¿qué es el acoso sexual en el trabajo?
Es cualquier comportamiento sexual no deseado que cree un ambiente laboral intimidante, hostil, degradante o humillante y que tenga el propósito o efecto de violar la dignidad de unx trabajadorx.
Para comprender mejor la presencia de estos elementos, también debes tener en cuenta que:
¿Puedes reconocer el acoso sexual en el trabajo?
El acoso sexual en el trabajo puede ser un incidente grave de agresión sexual pero, también, puede ser una conducta menos evidente que te incomode. Pueden ser comentarios sexuales o bromas sobre ti o unx colega; comportamientos físicos, incluyendo comportamientos sexuales no deseados, como tocar, abrazar o besar, y diversas formas de agresión sexual. Además, incluye mostrar imágenes, fotos o dibujos de naturaleza sexual, como circular pornografía por correo electrónico o WhatsApp, o tener imágenes de mujeres desnudas o semidesnudas en el lugar de trabajo. Asimismo, podrían ser solicitudes o exigencias de favores sexuales, o incluso miradas lascivas o inapropiadas.
Si no estás segurx de haber sido víctima de acoso sexual o si deseas protegerte a ti mismx o a unx colega de él, puedes hacerte las siguientes preguntas:
Es importante saber que el acoso sexual en el trabajo y otras formas de abuso de poder y de VCMN son ilegales y, en su mayoría, castigados por la ley. El Reino Unido tiene un sistema legal que contiene reglas que te protegen de estos comportamientos y que consagra tus derechos, especialmente aquellos que garantizan que puedas tener una vida digna y libre de violencia.
Puedes promover la prevención del acoso sexual en el trabajo solicitando a tu empleadorx que cuente con una política clara e integral contra el acoso sexual. Si ocurriera un presunto caso de acoso sexual, esta política informaría a todas las partes sobre sus derechos, roles y responsabilidades, y establecería cómo lidiar de manera rápida y eficiente con una denuncia de acoso sexual.
Si crees que tú o unx amigx o colega ha sido víctima de acoso sexual en el trabajo, puedes comunicarte con lxs funcionarixs y/o representantes de la mujer de tu sindicato. Ellxs pueden guiarte en cuanto a qué hacer a continuación. Igualmente, puedes comunicarte con organizaciones especializadas, como el Servicio de Derechos de la Mujer Latinoamericana (LAWRS), a través de su línea de ayuda 0808-145-4909 o por correo electrónico: info@lawrs.org.uk.
Si el acoso es muy grave, también puede ser un delito. Si unx colega o supervisorx te ha agredido sexualmente o te ha amenazado físicamente, o si estás preocupadx por tu seguridad, puedes comunicarte con la policía, al 101, o con el Servicio Nacional de Salud (NHS), al 111. Tienes derecho a pedir un intérprete cuando te comuniques con ellxs.
Recuerda siempre que no estás solx y que no es tu culpa.
Brenda * es miembro de UVW. Ella representa la fuerza, la resiliencia, la acción y el compromiso para el cambio positivo. Siempre está dispuesta a participar en los eventos y campañas organizados por LAWRS y su sindicato. Habla abiertamente sobre sus experiencias de abuso y acoso en su trabajo, cuya situación resultó más compleja, debido a su condición de mujer migrante (latinoamericana), desempeñando un trabajo precario, en un país extranjero.
Aunque ha soportado varias adversidades, Brenda relata su experiencia con aplomo y calma. Ofrece los detalles de lo que vivió en su lugar de trabajo, pero nos invita a mirar más allá. Ella se enfoca en sus acciones: en lo que hizo, y sigue haciendo, para cambiar una realidad que considera injusta e inaceptable, tal como debería hacerlo toda la sociedad.
Brenda nos anima a enfocarnos en que sus acciones no solo la benefician a ella, individualmente, sino que también tienen un impacto positivo en las personas a las que atiende con recelo, en su trabajo, así como en otrxs trabajadorxs, especialmente, lxs más vulnerables.
Brenda presentó su caso, contra su empleador, por victimizarla y por violar sus derechos. Ella reconoce que organizar acciones en cualquier lugar de trabajo no es fácil, ya que “los jefes tienden a hacer todo lo que está a su alcance para evitar que los trabajadores se unan y ejerzan su poder colectivo para pedir salarios y condiciones laborales justas”. Sabe que, a veces, como en su caso, el empleador llega a ignorar los derechos laborales de los trabajadores y, en algunos casos, sus derechos humanos.
Aunque Brenda trató de resolver el problema a través de los mecanismos internos regulares, pronto se dio cuenta de que su caso no iba resolverse así. Para ella, resultó obvio que tenía que tomar medidas más fuertes si quería soluciones reales, algo que inicialmente quería evitar por temor a las consecuencias.
Sin embargo, algo la hizo darse cuenta de que este era el mejor curso de acción: como cuidadora de personas vulnerables, Brenda también tiene derecho a ser cuidada. De hecho, mientras ella se sienta bien y esté estable, también estará en las mejores condiciones para apoyar a las personas a las que sirve, situación que también beneficia al empleador, pensó. Todos ganan, ¿verdad? Para el empleador, lamentablemente, no.
Brenda inició su proceso presentando una denuncia contra una enfermera. En lugar de que su denuncia se tratara de forma objetiva e independiente, se convirtió en el objeto de una "caza de brujas para acabar con los sindicatos", como lo llama UVW. Cuando se le preguntó, en una entrevista, cómo la afectaba esta victimización, Brenda dijo: “Empezaron a enviarme cartas, a llamarme a reuniones y a decir que estaba poniendo en riesgo la vida de los residentes. El ambiente era hostil. Empecé a sufrir fuertes dolores de cabeza, caída del cabello, ansiedad y lloré mucho. Estuve de baja médica varias veces. No pude soportar la presión, así que decidí renunciar ”.
Como resultado de su victimización, Brenda, con el apoyo de UVW, preparó un formulario de discriminación y llevó su caso adelante. Junto a 14 de sus antiguxs colegas, Brenda decidió alzar su voz y denunciar. Así, presentaron una denuncia formal contra su empleador – cuyo lugar de trabajo está compuesto por más del 90% de mujeres. Hasta ahora, ya han ganado un subsidio mejorado por enfermedad y han presentado una solicitud por reconocimiento legal.
Podríamos pensar que esto fue suficiente para que el empleador reflexionara sobre sus acciones ilegales y mejorara las condiciones y derechos de sus trabajadores, ¿cierto? Lamentablemente, no. Después de la crisis del Covid, el mismo empleador ha recibido nuevas quejas en su contra, debido a salarios indignos w injustos, en un momento en que “los cuidadores de todo el país, como las enfermeras, han sido excluidos del reciente aumento salarial del sector público y su maltrato ha sido expuesto públicamente en el país ”, dice UVW.
Por eso, el año pasado, lxs trabajadorxs decidieron tomar nuevas medidas y hacer huelga. En lugar de escuchar sus razones e inquietudes, el empleador decidió intentar intimidarlxs para que no actuaran. Sin embargo, lxs trabajadorxs continuaron, valientemente, porque sabían que, después de todo lo que había sucedido, la huelga era su única oportunidad.
Unx trabajadorx, que prefiere permanecer en el anonimato para evitar ser penalizadx, dijo: “Trabajé durante el Covid. No me aislé. Trabajé día y noche. ¡¿Qué obtengo?! Un ‘Gracias por su arduo trabajo’. Esto no paga el pan. Siento que no valgo nada; solo soy un objeto. Es hora de tomar posición”.
Por esta razón, una oficial de UVW, Molly de Dios Fisher, ha declarado claramente que solo piden lo que es justo, porque “la atención de calidad merece una paga de calidad”. Con sus acciones, UVW espera un resultado favorable. “Si bien los trabajadores harán uso de los beneficios que conlleva un acuerdo de este tipo, no nos veremos constreñidxs y, como muestra nuestra historia, tomaremos las medidas necesarias para ganarnos la dignidad y el respeto”, afirmó Molly.
En cuanto a Brenda, su participación y acciones se han convertido en una fuente de inspiración para otras mujeres sindicalizadas, especialmente, para las miembros nuevas y / o más jóvenes, y para las mujeres que temen alzar la voz, compartir sus experiencias y hacer algo al respecto.
Esto demuestra cómo la fuerza del grupo, al unirse y compartir experiencias, las lleva a darse cuenta de que no están solas, que no son débiles y que ya no son culpables, como antes creían. A veces, el cambio surge de lo inesperado y no deseado. Puede ser solo una persona, pero esa sola persona genera una cadena de pequeñas acciones que pueden conducir a transformaciones y evolución mayores.
Cuando Brenda comparte su experiencia, las mujeres también comienzan a abrirse y hablar sobre sus propias experiencias. Coinciden en la importancia de ser escuchadas, apoyadas y validadas, un sentimiento que, lamentablemente, no suelen recibir de las personas que las rodean.
Para algunas mujeres sindicalizadas, Brenda es considerada un ejemplo, casi una meta a alcanzar. Muchas de ellas le agradecen, frecuentemente, por contar su historia y luchar por todas ellas. Otras, le dicen que ahora se sienten empoderadas para contar sus propias historias y participar, algunas incluso por primera vez, en actividades para reclamar el respeto de sus derechos.
El poder llega a través de la organización y la acción. Cuando las mujeres se juntan y hablan, cuando y como ellas estén dispuestas a hacerlo, se produce un cambio. El poder de las mujeres para exigir cambios y reapropiarse de sus historias y experiencias continuará mientras las situaciones injustas y abusivas continúen afectándolas.
Aunque las historias como las de Brenda son comunes y ocurren todo el tiempo en los lugares de trabajo de todo el país, aunque pocxs se enteren, lxs trabajadorxs como ella reconocen el poder que sienten al poder alzar su voz y ser escuchadxs. Brenda lo explica claramente: “Estoy orgullosa de no haberme quedado callada y haber levantado la voz, por dignidad. Todos merecemos tener espacios de trabajo saludables y jefes que respeten los derechos de sus empleados ”.
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